miércoles, 9 de julio de 2008

Segunda descripción (ella y yo)

Cuando su presencia me cautivó sentí que pasaba como las nubes de entonces. Era verano: bellos cúmulos superpuestos aunque viajeros. Enormes sombras blancas muy altas.

Le envié una señal en diferido y ella contestó. Mandé una señal como quien se detiene a izar el paraguas mientras comienza a lloviznar.

Renuncié a cazar céfiros.


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